Ingredientes para 4 personas:
. Queso cremoso, 300 gramos
. Nata líquida, 600 ml
. Gelatina, 5 láminas
. Azúcar glas, 45 gramos
Preparación:
1- Antes de nada vamos a poner a hidratar las láminas de gelatina necesarias, mételas en un recipiente con agua fría mientras preparamos el resto de la receta, para que cuando las necesitemos estén ya bien hinchadas. Prepara también los recipientes en los que verter la panna cotta ya realizada.
2- Y empezamos ya con la receta en sí, vertiendo en un recipiente la nata líquida, el queso cremoso (de la marca que prefieras) y el azúcar glas, que si no tienes en casa, puedes usar azúcar normal, aunque la receta queda mejor si empleas la primera, y ponemos a calentar a fuego medio, removiendo de vez en cuando.
3- Una vez el contenido del cazo empiece a hervir, vamos a echar la gelatina escurrida, y removemos rápidamente para que se disuelva entre el resto de ingredientes. Retiramos el cazo del fuego y seguimos removiendo un poco más. Y a continuación echamos la mezcla que hemos preparado sobre los recipientes que habíamos preparado. Puedes usar un colador por si han quedado trocitos de gelatina sin disolver.
4- Introduce en el frigorífico los moldes con la panna cotta de queso y deja que cuajen bien durante unas 8-9 horas al menos, cuantas más mejor, ya que si no la dejamos ese tiempo no cuajará bien y el resultado no será el deseado. Cuando vayas a servirlas puedes acompañar esta panna cotta con un poco de mermelada al gusto si quieres darle un toque extra de sabor. Esperamos que os guste la receta.
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